La Carrera, antiguo Bar Alemán




...Algo extraño ocurría en La Laguna durante los años sesenta, algo que provoca que la generación que lo vivió no se sintiera sorprendida por lo que pasaría más tarde en París, salvando las distancias, en un florido y revolucionario mayo. Y todo eso gravitaba en los vagones del Bar Alemán que, como un tren en marcha, iba a la velocidad del mundo. Sobre sus mesas se comentaban las reseñas de "Cahiers de Cinemá" o del "Primer Acto" de Pepe Monleón. Se derramaba la nausea o el absurdo. Se leía a Pavese, a Camus, a Miller, a Kerouac, a Durrell; y hasta Carlos Oroza, el poeta maldito de la España de Fraga Iribarne, como un Evtuchenko de las rías baixas, exponía su verborrea poética, nueva y rompedora:
"Hay que volverse locos para ignorar que estamos recluidos, volverse del revés y andar por el lado de los muertos"...[1]


[1] La Laguna Ahora - Diario Digital de la Laguna - Julio Fajardo Sánchez

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